Dos sillas. Dos personajes con sus voces multiplicadas
por doce. Una decisión: tenemos que hablar…



Tenemos que hablar” es producto de LA PUESTA: ESPACIO DE PEDAGOGÍA Y PRODUCCIÓN TEATRAL, a cargo de las docentes y directoras Cristina Carozza y Claudia Piccinini. Luego de un año de investigación en el Taller de Actuación y Puesta en Escena, de la muestra final se pasó al formato de obra. Inspirada en “Casa de muñecas” de Ibsen, esta propuesta muestra un teatro que busca situaciones cotidianas, familiares, problemas íntimos de la conducta humana; el presente atravesado por el pasado, personajes que discuten sus problemas, que entran en crisis con su inevitable realidad, que hacen valer sus puntos de vista, y la identificación del público con situaciones de todos los días. A partir de la dramaturgia del actor se fueron construyendo los personajes y las situaciones que dan vida a esta historia.
Si bien Ibsen trató de hacer un retrato crítico de la sociedad de su tiempo, la directora tuvo la necesidad de hacer lo mismo con el tema de la pareja, de poner en tensión los roles masculinos y femeninos, de discutir esta temática hoy… y poner 12 personas en escena, con dos personajes con sus voces multiplicadas por doce… desplegar un abanico de situaciones donde se expresen las diferentes posturas sobre género y roles sociales. El abandono representado de infinitas formas, la soledad y la búsqueda de la identidad son algunos de los ejes de esta historia.

Tenemos que hablar surge en el taller de teatro que coordinan Cristina Carozza y Claudia Piccinini con alumnos avanzados de actuación y puesta en escena tomando algún dramaturgo para investigar. El ejemplo más significativo fue el estreno de Demasiada Familia con el grupo Puertas Adentro, basasada en textos de Antón Chejov. El punto de partida fueron algunas de sus obras: La Gaviota, El jardín de los cerezos, Tres hermanas, Tío Vania.
Esta producción estuvo en cartel durante cinco meses a sala llena durante el año 2010, participaron de distintos festivales, de circuitos barriales de la Municipalidad de Rosario y continuaron haciendo temporada durante febrero y mayo de 2011.